Para la correcta movilidad de las manos estas necesitan tener una piel pliable y flexible que permita su movilidad. Tras una quemadura profunda las heridas junto con los injertos con los que se cubren en ocasiones van a presentar una elasticidad muy disminuida formando bridas.
En otras partes del cuerpo esto puede ser tolerado, sin embargo en las manos esto va a presentar una limitación muy importante de la movilidad que va a afectar al paciente en su vida diaria. En ocasiones esto puede solucionarse con una cirugía simple que consiste con cambiar la dirección de las heridas ( Z-plastia), sin embargo con quemaduras de mayor envergadura la microcirugía nos permite resecar toda esa piel cicatricial y cambiarla por piel sana permitiendo el deslizamiento de los tendones y la movilidad de la mano. Esta piel va acompañada de una arteria una vena y en ocasiones un nervio y se suturan a los vasos de la mano. En función de la cantidad de piel que se requiera en ocasiones se utiliza la de un dedo del pie, cara interna del pie o del muslo en los casos con mayor zona afectada.
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