Para la correcta movilidad de las manos estas necesitan tener una piel pliable y flexible que permita su movilidad. Tras una quemadura profunda las heridas junto con  los injertos con los que se cubren  en ocasiones van a presentar una elasticidad muy disminuida formando bridas.

En otras partes del cuerpo esto puede ser tolerado, sin embargo en las manos esto va a presentar una limitación muy importante de la movilidad que va a afectar al paciente en su vida diaria. En ocasiones esto puede solucionarse con una cirugía simple que consiste con cambiar la dirección de las heridas ( Z-plastia), sin embargo con quemaduras de mayor envergadura la microcirugía nos permite resecar toda esa piel cicatricial y cambiarla por piel sana permitiendo el deslizamiento de los tendones y la movilidad de la mano. Esta piel va acompañada de una arteria una vena y en ocasiones un nervio y se suturan a los vasos de la mano. En función de la cantidad de piel que se requiera en ocasiones se utiliza la de un dedo del pie, cara interna del pie o del muslo en los casos con mayor zona afectada.

Caso ilustrativo 1

Paciente que presentó quemaduras por una deflagración eléctrica. Fue inicialmente tratado en una unidad especializada de quemados. Tras cicatrizar las heridas puede apreciarse la limitación tan importante de la movilidad que presentaba. Acudió a nuestra consulta donde tras resecar toda la piel cicatricial se cubrió mediante piel del muslo restableciéndose la movilidad de la mano.

Caso Ilustrativo 2

Paciente con secuelas de quemaduras en las manos tras una explosión. Presentaba limitación para extender los dedos siendo esta más importante en el 5º dedo.

En función de la magnitud de la limitación en los dedos 3 º y 4º se realizaron Z-plastias, el 2º dedo además de las z-plastias requirió de un injerto de piel total que se tomó de la cara anterior del antebrazo. A nivel del 5º dedo se realizó un colgajo libre del segundo dedo del pie.